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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Maragota del Barça

La verdad, los lanuxos son criaturas apasionadas que no pasan desapercibidos ni para sus amantes dueños, ni para sus más fervientes detractores. Se puede ser de un color o se puede ser de otro. Eso, realmente es indiferente para un lanuxo. Pero, lo importante es defender lo propio, lo querido, ya sea porque se ve amenazado, o bien porque un martes por la tarde, pues, mira, se siente uno orgulloso de lo bien que le ha quedado el cuadro, la cena o el césped cortado. Un lanuxo no deja pasar ocasión de decirle a la pareja lo guap@ que está porque, a lo peor, al minuto siguiente se acabaron todos los minutos para siempre... En definitiva, que lanuxos haberlos, hailos y en todos los colores futboleros; mas, sobre todo, en los verdaderamente apasionados.
Si quieres alguno, contacta con nosotros en lanuxos@yahoo.es




lunes, 17 de diciembre de 2012

Siempre Octopus, en cualquier variedad

Somos el país del pulpo. Lo comemos de cualquier forma: estilo feria, a la mugardesa, a la vinagreta, a la brasa... Nos gusta en todas sus variedades y tonalidades. Por eso el Octopus merece un estudio especial en nuestro blog artesanal y en nuestra forma de hacer Lanuxos. Elige la tuya si piensas poner  color morado a tu vida.
Pulpita Lanuxa
Pulpo en fuga

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Lanuxo Morcego

Puede aparecer colgado de tu lámpara del salón o del espejo retrovisor de tu coche. A él le da absolutamente igual que el lugar esté mucho o poco iluminado, ya que se le llama Mus Caeculus, o sea, ratón ciego, y aunque representa a una de las criaturas más tenebrosas de la oscuridad, también se nos hace simpático con esos dientes que asoman de su media sonrisa. Además se supone que se guía por ultrasonidos, él sabrá. Este lanuxo morcego es tímido y friolero, se tapa o abriga con sus alas negrísimas para después lucirse como un mago o un príncipe de las tinieblas abriéndolas de par en par, al igual que sus orondos ojos rojos. 
Ha sido ganchillado y cosido totalmente en lana, incluidos los dientes, y está valorado en diez euros.